sábado, 22 de octubre de 2016

JOSÉ MARÍA VARGAS


Nació el 10 de marzo de 1786, en La Guaira perteneciente al estado Vargas. Fueron sus padres: el canario, José Antonio de Vargas Machuca y la caraqueña Ana Teresa Ponce, inició sus estudios en la Universidad Real y Pontificia de Caracas, de donde egresó el 11 de julio de 1893, con el título de Bachiller en Filosofía. Se graduó como Médico en el año 1808, fijando su residencia en Cumaná. Allí participó en la lucha revolucionaria por la independencia de su país, integrando en 1811, el Supremo Poder Legislativo de Cumaná.

Cuando el doctor José María Vargas se hallaba en La Guaira, se produjo el terremoto del 26 de marzo de 1812, y allí colaboró como profesional, brindado gran ayuda tras el desastre pero su regreso a Cumaná no fue muy grato, ya que fue puesto preso, por haber integrado la legislatura revolucionaria por parte del español, Juan Francisco Javier Cervériz y sufrió la cárcel en las bóvedas de La Guaira a principios de 1813, y a fines de ese mismo año, recuperó su libertad por gestión de Bolívar y decidió viajar a Europa (Escocia, Inglaterra y Francia).

Estando en aquellos países se perfeccionó en muchos aspectos relacionados con su profesión y logró ser designado en Londres, integrante del Real Colegio de Cirujanos. Su madre y sus hermanos, mientras tanto, se radicaron en Puerto Rico, buscando la paz que no existía en Venezuela, y allí también decidió él instalarse, en el año 1819, donde colaboró con la Junta de Sanidad. Estudió el origen de diversas enfermedades, sobre todo la malaria y la fiebre amarilla. Además, sus estudios en botánica le confirieron fama mundial.

El doctor poseía una concepción liberal y abierta lo que ocasionó la eliminación de todo obstáculo racial o religioso que impidiera el acceso a las aulas universitarias y para el año 1827, inauguró la Sociedad Médica de Caracas y asumió como Rector universitario, realizando una buena gestión, de reestructuración y creación de cátedras, que la transformaron en una institución modelo, logrando además sanear las finanzas.

Aproximadamente hasta el año de 1835, la milicia había ejercido en Venezuela el poder político argumentando su decisiva intervención en el proceso de independencia, pero paralelamente se iba gestando en la sociedad civil, la idea de entregar el mando del país e alguien vinculado con los estratos intelectuales más que al poder de las armas, y las miradas recayeron en el prestigioso médico, que se había convertido en orgullo nacional, y que había demostrado sus dotes de gran administrador en la dirección de la gestión universitaria, y a quien convencieron de postularse ante sus insistentes negativas.

Así, las elecciones de 1834, lo elevaron a la primera magistratura, asumiendo el mando presidencial el día 9 de febrero de 1835. Tras la Revolución de las Reformas y ante la falta de apoyo presentó su renuncia el 24 de abril de 1836 y  dedicándose a la educación.

El “Magnánimo” designación otorgada por el Congreso Nacional, falleció en Nueva York, a donde se había trasladado por razones de salud, el 13 de julio de 1854. Sus cenizas reposan en el Panteón Nacional a partir del 27 de abril de 1877.

José María Vargas goza de una merecida fama de hombre de carácter  recio, firme, de una sabiduría universal, humanística y técnica, de un espíritu despierto y una inteligencia viva. Es por ello que no resulta extraño que, cuando en 1834 se comienza a hablar de los candidatos para el segundo período presidencial (1835-1839), se fijen en él todas las miradas, especialmente las de aquellos hombres que representan la clase intelectual. En Venezuela se  veía con desconfianza esa multitud de hombres que tenían lógicas ambiciones políticas y de poder, y las clases intelectuales trataron de anteponer a ellos, como recurso para un posible reforzamiento del poder civil, la personalidad de Vargas. Es por ello que, a sabiendas de que a éste no le atraía la figuración política y que prefería el gabinete tranquilo del estudio, hicieron todo lo posible para vencer su resistencia. La opinión pública caraqueña y nacional lo presiona en forma sistemática  para que acepte la primera magistratura. Vargas insiste repetidas veces en no ser el candidato, ni ser el hombre que puede conjurar los peligros que acechan a la República en esa época, pero al fin cede ante la universal presión que lo lleva en una forma casi unánime  al solio presidencial. Luego de grandes problemas militares y sociales en el país  José María Vargas se siente obstinado y fatigado de tener un poder tan grande que tiene bastante responsabilidad y por consiguiente él no se involucra directamente en asuntos importantes para el país, por lo que decide renunciar de manera definitiva a tal cargo y dedicar el resto de su vida a lo que más le apasiona, el campo del estudio y educación.



REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:

LOS CONCEPTOS FUERON CREADOS A PARTIR DE LA INFORMACIÓN PROPORCIONADA POR LAS SIGUIENTES PÁGINAS WEB:


 Y completado por análisis del grupo. [19/10/2016]


2 comentarios:

  1. Me encantó el blog,muchísimas gracias por la información

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  2. excelente video e información...como siempre excelente trabajo chicos!!!

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